Este pasado puente de la Inmaculada, Misioneros de Barcelona, Córdoba,Girona, Tarragona, Madrid y Mallorca compartimos La Misión en Palma. Bajo el“ Hágase “ de Maria , Gracias a su Si , la Parroquia de La Vileta y Son Roca y con el P.Julio de anfitriones nos invitaron a con-vivir juntos el adviento, a preparar el pesebre, como nuestro Corazón para la llegada de Jesús, ofreciendole nuestro día a día. Alianzas, Santuarios Hogar, proyecto encuentro, Virgen Peregrina,peregrinar a San Alonso, su “ Ya voy Señor “…. y tantos corazones abiertos a la Mater. Millones de Gracias a todos los mallorquines por su acogida, os animamos a disfrutar de algunos de los increíbles testimonios que han mandado y fotos ….( Pincha más abajo …)
¿Qué han supuesto para mí las Misiones Familiares de Schönstatt en Mallorca y la Alianza de Amor?

El pasado día 5, y desde muy diversos lugares,
llegamos los misioneros, a la isla de Mallorca, situada en Baleares,
tierra que a San Alonso le puso ya en los altares,
comenzaron, con la Mater, las misiones familiares.
Lourdes en un santiamén dejó lista la capilla,
donde la oración hicimos, al llegar las familias,
los encargos, los pinchajes, todo listo, de forma sencilla,
¡Qué ardan los corazones!¡Encendamos la cerilla!
El jueves por la mañana nos fuimos a La Vileta,
pues allí era la parroquia donde tiró su saeta,
la Mater al Padre Julio, pues él era su veleta.
(cupimos en 5 coches… cual si fueran furgonetas ).
El Padre Borja motivando, nos transmitió su calor
¡Nada menos que ….tres Alianzas de Amor!
¡Vivir esto en Palma, que honor!
Esto sí que es estar en Tabor.
Con Jose y Cristina fueron todos los talleres,
¡Con un trocito de Adviento…, descubrir lo que Tú eres!
Los jóvenes con los Rosell, con tu hielo hacen que ardieres,
e Ines y Quique con mil niños ¡ Mater, qué más Tú quieres!
Al castillo de Bellver fuimos, y de San Alonso a su casilla,
Cuando el Padre Ignacio cantó no se movió ni una silla.
¡Otra Alianza de Amor!¡ Con Miguel otra luz brilla!
Y del santuario Hogar…que oración…fue la puntilla.
El sábado, a misionar, somos de la Mater corbeta,
apóstol, cobijo, amor, de María, su corneta,
hasta Blanquita adoró en la Vigilia completa,
(después torrada tocó, donde compartir brochetas…)
Blanca, Toni, Paula, Fatima, Sam y Dani contagiaron ardor,
Patrick, Miguel, Vicky y tantos otros protegiendo subabor,
con Natalia y Silvia, sabes de sobra, que no pudimos cantar mejor…
Y mi corazón se ablandó del todo, con los que Tú más quieres, Señor.
Con Pilar al lado, más Amor adhieres,
y veías a Ellie y Rocío sonriendo donde fueres,
con Paolo y Ana compartiría otros mil amaneceres,
y D. Manuel, su mirada, su paciencia, ¡Señor, por él Tú mueres!
Con Alvaro y Alejandro al Encuentro fui en cuadrilla,
con los Juanes y algún niño recorrimos una milla,
la Mater me desbordó, comprobé que soy arcilla,
y con todos, ricos y pobres, el Señor hace gavillas.
Nuestra Irene en todos lados, no paraba nunca quieta,
y la Mater disfrutó de estas “misiones seta”,
con los Viñuelas compartí más de una vez, banqueta,
(y sufrí con Toni y otros que tuvieran que hacer dieta…)
Bueno, a mí las misiones, me sorprenden cada año,
porque me cuesta salir de mí, abrazarme a lo extraño
(y no es porque allí tenga que compartir baño…)
sino por proteger lo mío y controlar todo daño.
Pero llega la Mater siempre, y a través de quien sea,
da un vuelco a mi pequeñez, me jalea,
me hace que en todos, misioneros, a Dios yo vea,
( casi ya hasta en mis hijos… no veo ni una pelea…)
Doy gracias a Dios por todos, en especial por los Padres,
con ellos y con la Mater hacen que todo lo cuadres,
y los ratos de adoración… cuando tú alma abres,
dejas que entre el Señor y tus durezas labres.
Despedirme pidiendo que la Mater cuide mi familia,
a mi esposa, a la que sigo, que me cuida, que me auxilia,
A la que amo y con los niños concilia,
(Gracias Mamen, te seguiré a misiones, incluso en Sicilia…)
TESTIMONIO PAULA MISIONERA DE MALLORCA
En estas misiones he vivido un momento de acogida y de reconciliación; Dios me ha permitido vivir en familia.
He podido experimentar la confianza plena de vivir llena del amor de María para entregar todo lo que hago como cristiana y con alegría.
Así como he podido dar un paso de amor y de compromiso con la Mater; dándole un sí y diciendo “Hágase” como lo hizo Ella; aceptando su voluntad y haciendo el Santuario Hogar en casa. En los inicios de Schoenstatt se usaba la expresión «hacer las cosas ordinarias de forma extraordinaria», y ese es mi objetivo a partir de ahora al llenarme de María y bendecir nuestro santuario hogar. Es decir, con la perfección que da el amor, alegremente, con dedicación y entrega.
María espera también de mí ahora este capital de gracias. La entrega de mi vida diaria, el mérito de mis obras y de mi oración, pasando por sus manos, dándolo todo para la entrega a los demás, haciendo de mi vida una misión constante. Ahora me sé pequeña, con heridas, y sé que desde ahí es desde donde debo construir para dejar nacer a Jesús. Así podré seguir creciendo y entregándome.
TESTIMONIO DE BLANCA MISIONERA DE MALLORCA
La Mater ha repartido sus gracias en Mallorca y nos ha hecho grandes regalos para celebrar este año su Inmaculada Concepción. Los regalos más valiosos para nuestra familia han sido los 46 misioneros que volaron a nuestra isla para entregarnos todo lo que son durante 5 días. La calidad humana de cada uno de ellos nos llenó el alma y nos hizo sentirnos tan queridos que cuando se marcharon se asomó un poco la tristeza.
Durante estos días hemos podido experimentar cómo la sencillez de la espiritualidad schoenstattiana facilita la transmisión de la fe a nuestros hijos y enciende los corazones de grandes y pequeños. Al regresar a casa, Catalina, nuestra hija de 7 años, quiso montar un Santuario en su cuarto. Las Misiones también ha calado fuerte en ella.
Además de los momentos de encuentro de la familia misionera, destacaría las Alianzas de Amor que se sellaron durante estos días y la bendición de los dos Santuarios Hogares en los que pudimos comprobar cómo María quiere establecerse en esta isla tan bonita en la que vivimos.
Gracias de corazón a todos los que habéis hecho posible vivir unos días en el Cielo.
Blanca de Ugarte